Henchida majestad de la camioneta
Descienden los señores repitiendo
La misma cantinela:
"Y vistos buhíos y ramadas
Se pusieron a modo de salvajes
Vistiéndo mantas coloradas
Cubiertas las cabezas con plumajes
Con voces altas y regocijadas
Hacen ostentación de nuevos trajes,
Diciendo: ¡tierra buena! ¡tierra buena!
¡Tierra que pone fin a nuestra pena!
¡Tierra de oro, tierra abastecida
Tierra para hacer perpetua casa
Tierra con abundancia de comida
Tierra de grandes pueblos, tierra rasa
Tierra do se ve gente vestida
Y a su tiempo no sabe mal la brasa
Tierra de bendición, clara, serena
¡Tierra que pone fin a nuestra pena!
¡Tierra buena!
¡Tierra que pone fin a nuestra pena!"
Háblale al oído, muérdele la oreja
Dile que se vaya
En su podrida camioneta
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